martes, 9 de agosto de 2011

Imperialismo

El imperialismo y La repartición del mundo
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el mundo vivió un proceso cultural, económico político y social conocido como imperialismo, el cual fue liderado por Estados Unidos, Japón y las grandes potencias europeas.
La economia mundial y el Imperialismo
El imperialismo fue consecuencia de la Revolución industrial. Si bien su primera fase se caracterizó por la libre competencia de las pequeñas y medianas empresas, esta evolucionó hacia una segunda fase que se destacó por la concentración del capital, la disminución o eliminación de la competencia y la consolidación de un capitalismo financiero.
Durante la Gran Depresión de 1873-1896, el consumo interno de los países industrializados disminuyó, al tiempo que aumentó el excedente de mercancías. Por ello, estos países exportaron sus excedentes hacia países poco industrializados, ante lo cual estos adoptaron políticas proteccionistas para defender sus propios mercados.
Ante la gran competencia, en los países industrializados las empresas con menos avances técnicos quebraron o fueron absorbidas por las grandes industrias. Fue así como se conformaron cárteles o grupos de empresas que defendían sus intereses comerciales y disminuían la competencia, y se consolidaron los trusts o compañías que controlaban el monopolio del mercado sobre un producto o sector de la economía.
La consolidación de la industria y el comercio exigió importantes aportes de capital con los que sólo contaban los bancos y corporaciones financieras. La unión del capitalismo industrial y el financiero desencadenaron una apertura de nuevos mercados, vinculados al circuito económico europeo y norteamericano. Así, el imperialismo y el colonialismo fueron dos facetas del capitalismo que dieron como resultado una expansión europea por África, Asia y Oceanía.
El imperialismo y el colonialismo
Para el siglo XIX, el término imperialismo tuvo un sentido diferente al que se aplicaba en la antigüedad, ya que abarcaba cuestiones económicas como la expansión del capitalismo industrial y financiero de las potencias europeas, Estados Unidos y Japón sobre las zonas "vacías de poder" de África, Asia y Oceanía. También abarcaba la influencia indirecta sobre los países latinoamericanos. Asimismo, comprendió cuestiones ideológicas como el nacionalismo imperante entre las potencias que competían entre ellas.

Por su parte, el colonialismo fue un aspecto dentro del imperialismo y significó la explotación y el control directo del mundo, caracterizada por su atraso científico y técnico, por parte de los países industrializados. Cabe destacar que estos se lanzaron a la conquista del mundo motivados por varios factores:
• Demográficos. El aumento poblacional europeo favoreció una gran migración, sobre todo de los sectores más pobres, a otros continentes.
• Culturales. El colonialismo se justificó como una misión civilizadora a través de la cual se difundía por el mundo la cultura occidental, que se creía superior a la de los pueblos indígenas.
• Religiosos. Dentro del cristianismo europeo Y norteamericano, surgió un gran movimiento que tenía como objetivo la difusión del cristianismo por todo el mundo.
• Políticos. El colonialismo surgió como extensión de los nacionalismos. Así, algunas naciones utilizaron la expansión imperial como una manera de olvidar las derrotas y humillaciones. También fue importante la competencia, pues una vez iniciada la adquisición de colonias, ninguna potencia quiso quedarse rezagada en el proceso.
El sistema imperial en el mundo
El gobierno de las colonias se desarrolló bajo distintos modelos .. Los principales fueron los dominios, los departamentos, el protectorado y el virreinato.
• Los dominios. Sistema administrativo de dominación indirecta fue practicado por Inglaterra. Se fundamentaba en el fomento de las instituciones indígenas, la autonomía y el respeto, entendiendo que las colonias debían gobernarse ellas mismas. Posteriormente, con el gran número de inmigrantes europeos, se instauró el sistema de auto gobierno, como sucedió en Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
• Los departamentos. Sistema de dominación di~ recta, practicado por Francia. Se caracterizó por basarse en la doctrina de asimilación, la cual señalaba que los colonos e indígenas eran ciudadanos con derechos, lo que les permitía participar en la ad~ ministración colonial. Esta se presentó en Argelia, Indochina y Senegal.
• El protectorado. Sistema de gobierno mediante el cual las autoridades indígenas aceptaban gobernar bajo la dirección de una apotencia europea.
• El virreinato. Aplicado por los ingleses en la península del Indostán o India, cuyos estados estaban sometidos al régimen del protectorado pero dependían directamente de la corona británica.
Las colonias
Imperialismos europeo-occidentales de los siglos XIX son, pues, en general coloniales, se basan en la y control de colonias allende los mares. Una es un territorio que se domina pero cuyos habitantes  nunca llegan a tener los mismos derechos que los país dominador, país que como dueño de la cola~ se llamará «metrópoli». Las colonias son territorios mediante ocupación militar en áreas como
 África o Asia, habitadas por pueblos de menor desarrollo que Europa Y que han tenido que ceder ante la superioridad de ésta.
Estos territorios eran apetecidos por sus riquezas o por situación estratégica, como apoyo militar, o como lugares para ser poblados por gentes de la metrópoli. Este colonial ultramarino es distinto del practicado  por ejemplo, por Rusia, la Turquía otomana o que siempre pretendieron expansionar se pero a base del ensanchamiento de un espacio terrestre continuo. El mejor ejemplo del nuevo imperialismo colonial de los países industrializados fue, desde luego, el de Gran Bretaña. Otros grandes países con colonias serían Francia, Portugal, Bélgica, Italia, etc.
El colonialismo tiene un origen antiguo; primitivamente fue un movimiento de población desde una metrópoli hacia nuevos territorios. Esa población trasladada constituía una «colonia». Pero en el siglo XIX la colonia pasó a tener un significado distinto. Se trasladase o no población -lo normal era que no-, un país europeo controlaba, con mayor o menor uso de fuerza militar, un territorio extenso o un enclave más pequeño que tuviese valor estratégico, económico o de otro género, con vistas a su uso y explotación. El colonialismo del siglo XIX, especialmente el británico, que es su mejor ex~ ponente, no es de «poblamiento», al contrario de lo que fueron el español, portugués o el mismo británico entre los siglos XVI y XVI!.
El colonialismo tiene mucho que ver, claro está, con el grado de desarrollo alcanzado por los países industriales. Las colonias se buscaban por necesidades eco~ nómicas pero también por prestigio político y necesidades militares o estratégicas. Hubo en la época grandes partidarios del colonialismo entre los políticos, los industriales y los intelectuales, tales como los ingleses Cecil Rhodes, Lord Curzon, el francés Jules Ferry, el rey Leopoldo de Bélgica, o el italiano Crispi. Pero también hubo anticolonialistas, como lo fueron en bloque los socialistas y marxistas, aunque después de 1914 el anticolonialismo se debilitó bastante.

La expansión colonial comenzó ya en los años setenta del siglo XIX, pero fue a partir de la década de los ochenta cuando alcanzó su máximo apogeo. Bismarck cedió tarde a la presión de los industriales para que Alemania se lanzara también a la carrera colonialista. El colonialismo tuvo dos direcciones principales, África y Asia y, con menor importancia, Oceanía. Los viejos establecimientos en otros continentes, como el de los británicos en Canadá o el de los franceses en las islas del Caribe, o en los territorios de América del Sur, no forman parte propiamente de la expansión colonial del siglo XIX.
La resistencia al imperialismo
El avance imperial no estuvo exento de resistencias y conflictos, que fueron del siguiente tipo:
• La resistencia dentro de las potencias. Esta era organizada por los partidos socialistas y los movimientos obreros.
• Las rebeliones internas. Estaban dirigidas por movimientos o sociedades secretas que defendían los valores culturales y religiosos autóctonos. Este fue el caso de los cipayos en India y los bóxers en China.
• Los conflictos entre europeos. En la práctica, el establecimiento de una colonia era tan importante en el ámbito político y económico que las naciones estaban dispuestas a violar los acuerdos con tal de obtener más tierras. En este contexto, se presentaron las guerras hispano -norteamericana de 1898, la guerra de los Bóers en 1899 y la ruso-japonesa de 1904. Todas estas confrontaciones fueron preludio de la Primera Guerra Mundial de 1914.

La repartición del mundo
Desde principios del siglo XIX, Francia e Inglaterra habían iniciado la colonización de Asia y Africa. De hecho, para la década de 1860, toda la Indochina y el sudeste asiático eran dominados por estos países. Sin embargo, para 1871, la consolidación de extensos imperios, como Alemania, Austria-Hungría, Bélgica, Italia y Rusia, hizo que sintieran interés por lograr una expansión territorial en África y Asia.

La Conferencia de Berlín:
En la conferencia de Berlín se lograron las siguientes disposiciones:
• El reconocimiento de la libertad de navegación por los ríos Níger y Congo.
• La libertad de comercio en África central.
• El establecimiento de una nueva doctrina de ocupación, según la cual los habitantes de la costa adquirían el derecho de posesión sobre los territorios ocupados.






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